Parece que la batalla por el talento vuelve al panorama de RRHH con brÃos renovados. Desde el –fúnebre- panorama demográfico que nos espera en los próximos años, y con escasas propuestas de soluciones desde el ámbito público –seguimos sin ver estrategias de atracción de inmigración cualificada a pesar de tan buenos ejemplos por parte de otros paÃses-, deberÃamos empezar a ver el terreno de la batalla y, sobre todo, el armamento de que piensan hacer uso las empresas.
Creo, sin embargo, que antes de lanzarse a la refriega, hay algunos puntos que deberÃan clarificarse. Por ejemplo: ¿qué quiere decir ‘gestionar el talento’? Aquà se abren dos filosofÃas diferentes, que podrÃamos llamar exclusiva e inclusiva. La primera de ellas, obviamente elitista, está basada en conseguir a los mejores. La organización de talento es un Centro de Excelencia desde el punto de vista de sus empleados. Su estrategia se basa en tener a las ‘estrellas’ de su sector. Hay que buscarlos en el mercado, atraerlos y después retenerlos. Y, por supuesto, capitalizarlos…
La estrategia inclusiva, por su parte, está orientada al desarrollo. La idea aquà no es tanto orientarse a una élite, sino contar con un grupo diverso de empleados, trabajando su adecuación a las tareas a desarrollar y sobre todo su compromiso con la empresa. Sin restarle mérito al individuo, esta estrategia lo ve en interacción con otros muchos aspectos de la organización, y busca la ecuación óptima para conseguir el éxito.
Personalmente me parecerÃa muy triste volver al tipo de batalla exclusivista, que ya vivimos en España en el nacimiento de la telefonÃa móvil. Atracción a golpe de talonario, subidones en el escalafón de gestión para justificar concesiones desaforadas a un tipo de profesional caprichoso y mercenario –lo cual en mi opinión pone en duda su talento ;-)). Hay que decir (en su defensa) que entraron al juego desde las reglas que impusieron las propias empresas, que son quienes inician la batalla.
En cualquier caso, existe un argumento de base que hay que considerar de partida: ¿Cuántas ‘estrellas’ brillan en el mercado laboral? Al final, el talento es un argumento estadÃstico, que entra en debate cuando el mercado se estrecha. No existen los superhéroes. La inmensa mayorÃa de las personas somos normales, del montón, mejores en algunas cosas y peores en otras. Si alguna evidencia ha surgido del mundo de las organizaciones en los últimos años es el poder de los equipos de trabajo, las redes, el efecto multiplicador de varios individuos puestos con ganas a conseguir un objetivo común. Ésta es la fuente de verdadero talento… difÃcil de encontrar en el mercado del talento individual.
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